TRASTORNO ESPECÍFICO DEL DESARROLLO DEL
LENGUAJE TEL.
DISFASIA.
Se
trata de un trastorno del desarrollo del lenguaje, de tipo predominante
expresivo o receptivo/expresivo, que puede darse con una capacidad intelectual
normal, pero que interfiere de manera significativa el aprendizaje académico o
las interacciones de la vida cotidiana.
Los
limites exactos de esta zona de patologías que van de menor a mayor severidad,
son variables para los diferentes autores. Algunos autores llaman disfasia a
todo el rango; otros reservan este término solo para las manifestaciones más
severas.
Aguado
(1999), después de examinar las diferentes denominaciones que ha recibido el
síndrome, propone adoptar la expresión Trastorno
Específico del Lenguaje (TEL)
como la mejor manera de identificarlo. Entre las denominaciones que revisa
están las de afasia congénita, afasia evolutiva, audiomudez, retraso del
lenguaje, trastorno o deterioro evolutivo del lenguaje.
En
relación a las clasificaciones DSM IV –
DSM IV TR y CIE 10, se pueden
establecer las siguientes relaciones con la clasificación de Ingram:
ü El
nivel [A] corresponde al trastorno
fonológico del DSM IV y al trastorno específico de la CIE 10.
ü El
nivel [B] corresponde al trastorno
expresivo del DSM IV y al trastorno de la expresión del lenguaje de la CIE 10.
ü El
nivel [] corresponde al trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo del
DSM IV y al trastorno mixto expresión/comprensión.
Aguado
revisa varias clasificaciones de los TEL, entre ellas:
Perelló
y asociados (1978), admiten grados de intensidad de un mismo proceso
patológico, y distinguen:
ü Retardo
simple del habla.


ü Disfasia.
Bahares y Elizaincin, investigadores uruguayos
proponen esta ordenación:
ü Retardo
de la palabra.
ü Retardo
simple del lenguaje.
ü Disfasias
del desarrollo.


Rapin
y Allen propusieron una clasificación en los 80. Según Aguado, es la más
utilizada por los terapeutas. Se basaron en las descripciones de estados
patológicos del lenguaje observados en un significativo número de sujetos. La
investigación de estas investigadoras es la que sigue:
ü Trastornos de la vertiente expresiva.
- Trastornos
de la prolongación fonológica.
- Dispraxia
verbal.
ü Trastornos de comprensión y expresión.
- Trastorno
fonológico-sintáctico.
- Agnosia
auditivo-verbal.
ü Trastorno del proceso central de tratamiento
y de la formulación.
- Trastorno
léxico-sintáctico.
- Trastorno
semántico-pragmático.
Para Pavez el trastorno leve de Ingram equivale al
trastorno de programación fonológica de estas autoras.
Aguado
concluye su análisis crítico de las diferentes clasificaciones con dos
afirmaciones:
1. La
diferenciación entre TEL-EXPRESIVO y TEL-mixto está bien fundamentada,
tanto en la investigación como la actividad terapéutica.
2. Se
hace necesario añadir a estos dos grupos de trastornos el de la dimensión
pragmática, como ha sido propuestos por varios investigadores.


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