TRASTORNOS DE LA ARTICULACIÓN Y
EXPRESIÓN DEL HABLA
Disartrias
Explica
Crystal, es el nombre que se da:
ü A
una serie de trastornos motores del habla.
ü Que
surgen como resultado de un daño en el sistema nervioso
ü Y
que se manifiestan por dificultades neuromusculares.
Perelló et al. (1970, 1990) afirman que
para la secuencia del habla se realice de manera correcta, se hace necesaria la
oración coordinada de todo un conjunto de estructuras que gobiernan la
respiración, la fonación y la articulación.
En consecuencia como para estos
investigadores la disartria es toda alteración de la articulación y expresión y
con ese del habla que obedece a trastornos del tono y movimiento de los
músculos fonatorios, secundarios a lesiones del sistema nervioso central o
enfermedades de los nervios o músculos de la lengua, faringe y laringe,
responsables del habla.
Lenneberg en su teoría clásica obra
“Fundamentos biológicos del lenguaje” (1975) establece una comparación con la
afasia y afirma que mientras la afasia se refiere fundamentalmente a contenido,
la disartria se refiere exclusivamente a la forma de producción. Las lesiones
inferiores, por su parte, producen interferencias con los procesos
articulatorios, siendo los más comunes las alteraciones de la velocidad. En la
literatura especializada aparece con frecuencia el termino anartria. Este hace
referencia a la ausencia total de articulación debido a su insuficiencia
neuromuscular. Corresponde al extremo más severo de la disartria. Según Crystal
es poco frecuente, en comparación “con los diversos grados de insuficiencia
parcial que van de medio a severo”. La disartria o las disartrias se suelen
clasificar según la localización de las
lesiones en el sistema nervioso. Gallardo y Gallego describen varios tipos en su manual de logopedia escolar. Resumimos
en parte sus ideas igual a:
Disartria
espástica: La afectación se produce a nivel de la
neurona motriz superior.
Algunas características:
ü Debilidad
y espasticidad en un lado del cuerpo, en los músculos distales de las extremidades, la lengua y los labios.
ü Exaltación
de los reflejos y presencia de reflejos patológicos.
ü Asociación
a otras patologías (Encefalitis, esclerosis múltiple, traumatismos craneales).
ü No
hay atrofia de fibras musculares.
ü Frecuente
alteración del control emocional.
Implicaciones en la producción oral:
ü Disfunción
articulatoria.
ü Emisión
de frases cortas.
ü Voz
ronca.
ü Tono
bajo y monótono.
ü Lentitud
en el habla-.
ü En
ocasiones, interrupciones tonales o de respiración.
ü Articulación
consonántica poco precisa y, a veces, distorsiones vocalistas.
Disartria atáxica: La
afectación ocurre en cerebelo. Este órgano regula la fuerza, velocidad,
duración y dirección de los movimientos ocasionados en otros sistemas motores.
La afectación del habla suele ocurrir simultánea a lesiones cerebelosas
bilaterales o generalizadas.
Algunas características
ü Movimientos
imprecisos: su dirección, duración e intensidad son lentos e inapropiados en la
fuerza.
ü Es
posible irregularidad de los movimientos oculares.
ü Disfunción
faríngea.
ü Alteraciones
de la marcha y equilibrio.
ü Hipotonía
de los músculos afectados.
Implicaciones
de la producción oral:
ü Voz
áspera y mótona.
ü Voz
débil y vacilante con escasas variaciones en intensidad.
ü Indefinición
consonántica y distorsión vocálica.
ü Alteraciones
prosódicas y por énfasis en determinadas silabas y prolongación de fonemas.
Disartria flácida: La
lesión está localizada en la neurona motriz inferior.
Algunas características
ü Flacidez
y parálisis con disminución de reflejos
musculares..
ü Alteración
de movimiento voluntario, automático y reflejo.
ü Atrofia
de fibras musculares.
ü Debilidad
durante el ejercicio (en especial, musculatura ocular, cuello, cintura
escapular).
ü Deglusión
dificultosa.
ü Afectación
de la lengua, de los movimientos del paladar y posible afectación en la
musculatura respiratoria.
Implicaciones de la
producción oral:
ü Voz
ronca y poco intensa
ü Monotonía
ü Hipernasalidad.
ü Debilidad
de cuerdas vocales, paladar y laringe.
ü Articulación
consonántica distorsionada.
ü Respiración
jadeante.
ü Alteración
prosódica.
Disartrias
por lesiones en el sistema extrapiramidal.- Entre las funciones del sistema
extrapiramidal están las que tienen que ver con la regulación del tono muscular
en reposo y de los músculos antagónicos cuando hay movimiento; La regulación de
los movimientos automáticos y la adecuación entre la mímica facial y las
sincinesias ópticas. Gallardo y Gallego explican que las lesiones en el sistema
extrapiramidal pueden ocasionar dos tipos de disartria:
A.
Hipocinéticas:
Muy
típica en la enfermedad de Parkinson.
Algunas
características:
ü Movimientos
lentos, limitados y rígidos.
ü Hipoquinesia.
ü Movimientos
repetitivos en los músculos del habla.
ü Falta
de flexibilidad en control de los centros faríngeos.
ü Implicaciones de la producción oral:
ü Voz
débil, articulación defectuosa, falta de inflexión.
ü Frases
cortas.
ü Monotonía
tonal.
ü Imprecisión
articulatoria.
ü Variabilidad
en el ritmo articulatorio.
B.
Hipercinéticas:
Se
caracterizan por la presencia de movimientos involuntarios y excesivos, que
entorpecen los movimientos normales voluntarios.
Algunas
características:
ü Movimientos
anormales involuntarios: coreicos y/o atetosicos, tembladores distonía….
ü Hipoquinesia.
ü Implicaciones en la producción oral:
ü Distorsión
de vocales y alteración prosódica.
ü Articulación
imprecisa de fonemas.
ü Alteraciones
respiratorias y de fonación.
ü Tono
monótono.
ü Inspiraciones
audibles y temblor en la voz.
En relación con el tema de
las disartrias y la afasia los autores tocan el de la dispraxia verbal,
dispraxia del habla o dispraxia articulatoria. Consiste, según Cristal,
disrupción de la capacidad para controlar la posicion en, los músculos para
hablar y en la secuencia que debe hacerse. No hay daño o anormalidad
estructural importante en el sistema
nervioso. Apraxia se refiere a la disrupción total de la actividad en cuestión,
siendo poco frecuente. Dispraxia se refiere a la disrupción parcial. Es el
término que se emplea, por lo general. Los términos apraxia y dispraxia se
utilizan en un sentido más amplio que el referido específicamente al habla y
articulación. Como explica Crystal, en su sentido más general se refieren a la
disrupción de la capacidad para producir
una respuesta motora con finalidad.
Perello sostiene que el sujeto no es capaz de
organizar el acto pese a que “puedo
hacerlo, por la indemnidad de los elementos que deben ejecutar la acción “y a
pesar de que “sabe lo que quiere hacer “.Cairo Valcárcel describe varios tipos
de apraxia. Entre ellas
ü Constructiva: es
la incapacidad para construir un conjunto a partir de sus elementos componentes
(armando una figura teniendo sus piezas)
ü Ideomotora: el
sujeto tiene conservado el plan de actividades a realizar, sin embargo falla
manifiestamente en la ejecución de los gestos
ü Ideatoria: incapacidad
para llevar a cabo las diferentes acciones sucesivas de un acto, generalmente
complejo.
ü Motora: incapacidad
para llevar a cabo una actividad motora que requiere una secuencia determinada
de acciones
ü Del vestirse: al
pedírsele al sujeto que anude los cordones de los zapatos o se ponga la camisa,
lleva a cabo una serie de intentos infructuosos y a veces irracionales.
ü Orofacial: dificultad para ejecutar
diversos movimientos voluntarios finos y regulares con la boca, la lengua y el
rostro en general.
Otros, en cambio, estiman
que las diferencias cualitativas entre afasia y apraxia son lo suficientemente
grandes como para justificarlas que sean consideradas síndromes distintos. Esta
postura representa su punto de vista, según el cual pueden encontrar pacientes
que tienen:
a. Síntomas afásicos sin dispraxia: Hay
alteración en aspectos de su fonología, gramática o semántica, pero la
realización fonética de su limitado sistema es correcta para su edad.
b. Síntomas dispraxicos sin afasia: su
sistema fonológico, gramatical y semántico son correctos para su edad, pero los
procesos que controlan la realización fonética de estos sistemas están
alterados.
c. Una combinación tanto de afasia como la
dispraxia: la posibilidad más común en adultos.
La categoría b es muy normal en niños, según el
autor, y lleva consigo un conjunto de síntomas que pueden ir desde un nivel
medio a severo. Asimismo Crystal compara dispraxia con disartria.
La terapia del habla deberá
contemplar las deficiencias particulares de cada tipo de paciente, así como la
severidad del trastorno, cuya expresión más compleja la constituyen los casos
de anartria, “verdadero desafío a la habilidad del logopeda”.
Para el niño con parálisis
cerebral que requiere una actuación
cooperativa de profesionales a cargo de diferentes de aspectos: neurológico,
ortopédico, fisioterapéutico, psicológico escolar y logopédico en lo que
concierne a la intervención del lenguaje y del habla.

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